Cartas al cartero ¿Por qué corremos en los pasos de peatones? Por Paco Santos Destacado

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Cartas al cartero

¿Por qué corremos en los pasos de peatones?

Por Paco Santos
Francisco Javier Santos Rebollo@Facebook

Parsimonioso lector de mis cartas:

De un tiempo a esta parte, cada vez que detengo cívicamente mi vehículo ante uno de esos pasos marcados en la calzada con bandas anchas y blancas como el teclado de un piano gigante, veo cosas que no creería.

He visto paralíticos que se levantan de sus sillas, nonagenarios que corren como si aún no hubieran cumplido los quince, mascotas que vuelan cual cometas tras los dueños que tiran frenéticos de sus correas. Y eso que nunca se me ha ocurrido tocar el claxon ni pisar el acelerador para apremiarles. Incluso ensayo la mejor de mis sonrisas, y hasta les saludo con la mano efusivamente, que casi parece que voy a bajar del coche para ofrecerles un abrazo fraternal. Y pese a todos mis esfuerzos, no falla: les da por correr como si sospecharan que me muero de ganas de pasarles por encima. Algunos, para colmo, se disculpan con un gesto tímido por forzarme a detener mi marcha.

Debo confesarle que mi perplejidad crece cuando soy yo quien, habiendo elegido deambular por las calles, me sorprendo corriendo como un Velociraptor para cruzar por uno de estos pasos… Y no sé por qué. ¿Qué jerarquía invisible entre los seres bípedos nos impele a cambiar el ritmo ante cualquier congénere motorizado?

Desde aquí hago un llamamiento, que deseo que usted difunda, para que los pasos de peatones se conviertan desde ya en pasarelas del sosiego, en alfombras blancas donde reivindicar la dignidad de caminar despacio. Reivindiquemos nuestro derecho a detenernos para acicalarnos el pelo; a plantarnos a medio camino entre una acera y otra, si nos da la gana, contrarrestando el tráfico y las prisas de este mundo, para declamar un soneto de Lope de Vega.

Esperándole con los brazos abiertos sobre una franja blanca pintada en la calzada, se despide afectuosamente el inquilino de:

c/ El Médico de los Corderos, nº 8 (semisótano).

Puerto del Rosario.

Colaboración de Paco Santos en la Revista mi Pueblo nº 79. junio-2018
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