Motivarte Coaching Fuerteventura. Aprende a Ser Optimista. Por Óscar Ramos. Coach.
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Motivarte Coaching Fuerteventura
Aprende a Ser Optimista
Por Óscar Ramos. Coach.
“El Optimismo es la Fe que conduce al Éxito. Nada puede hacerse sin Esperanza y Confianza” Helen Keller
¿Crees que el optimista nace o se hace? Todos conocemos a alguien que siempre ve el vaso medio lleno o medio vacío, incluso a alguien que ni siquiera ve el vaso...
Como cualquier actitud ante la vida, la epigenética ha demostrado que es posible que se arrastre dentro del material genético, pero para aquellos que quieran desarrollarlo, la buena noticia es que todos podemos entrenar, tal como en el deporte, a nuestro cerebro para ver las cosas bajo un prisma de mayor confianza y alegría, con una lente optimista.
¿Dónde se compra esa lente? En este tiempo que nos está tocando vivir, es muy fácil caer en el miedo; el hastío, la negatividad, la pereza, el desánimo y hasta en la depresión. Si envidias o admiras a esas personas que percibes de naturaleza más feliz, si quieres ser más positivo, dale una oportunidad al trabajo consciente sobre ti mismo, al desarrollo de tu inteligencia emocional, acepta la responsabilidad de ser quién sabes puedes ser, y lánzate a por este objetivo.
Según el investigador de la universidad de Harvard, Shawn Achor, el optimismo, la resiliencia y el apoyo social de las personas es lo que determina hasta el 75% del éxito tanto en el área laboral como en el personal, no tanto su coeficiente de inteligencia o su belleza física. Su estudio, realizado en más de 45 países, señala que el cerebro positivo es 31% más productivo que el negativo, neutro o bajo presión. Da igual se trate de profesiones donde se requiere de mayor capacidad analítica como de mayores habilidades sociales; se trabaja un 37% mejor en ventas, los doctores, son un 19% más rápidos, más precisos y más correctos en sus diagnósticos, si están positivos, que si están negativos, neutros o presionados. Asimismo, los optimistas son más longevos y están mejor valorados como trabajadores y personas. Si encontramos una manera de volvernos más positivos en el presente lograremos mayor éxito al poder trabajar más duro, más rápido y con más inteligencia, repercutiendo en nuestra satisfacción personal.
Hoy te invito a ejercitar este músculo, siendo más feliz desarrollarás el optimismo; empieza por aquello que te motive más, sé valiente y aventúrate a probarlas todas; sus rápidos beneficios te sorprenderán.
1.- Ejercita tu talento: Para empezar con un chute dopamínico, un subidón, practica o perfecciona una habilidad, un don que tienes y que te reporta satisfacción. Si estás de bajón hazlo cada día durante una semana; después puedes pasar a tres veces por semana, será suficiente.
2.- Invierte en ti: El economista Robert Frank expone que gastar dinero en experiencias, sobre todo con otras personas, produce emociones positivas más potentes y duraderas que la compra de objetos materiales. Quizá sea hora de sustituir esa prenda de marca o esa compra innecesaria por algo que te reporte mayor satisfacción a largo plazo.
3.- Practica algún deporte o actividad física: Incorporado a tu rutina, reduce el estrés, mejora la calidad del sueño así como la autoestima, evita la ansiedad y disminuye los síntomas de depresión.
4.- Ilusiónate: Como si escribieras la carta a los reyes magos, escribe 3 cosas que te harían muy feliz y que sabes puedes conseguir aunque hoy sea difícil; un viaje soñado tras la pandemia, esa pareja que anhelas, un reencuentro, etc…
5.- Contagia optimismo a tu alrededor: Como en la terapia sonriente que empiezas haciendo una mueca y engañas al cerebro hasta que sonríe de forma natural esfuérzate en parecer optimista; decora tu lugar de trabajo o estudio con algo que te contagie, admira la belleza en tu paseo diario, regula la cantidad de agresividad y violencia que ves sin filtro en la televisión, potencia el buen rollo en tus reuniones.
6.- Haz una buena acción que te reconforte: Sonja Lyubomirsky descubrió que los efectos son más potentes y duraderos cuando se concentran en una día de la semana. Esta buena acción consciente puede ser desde ceder el paso a alguien, tener paciencia cuando nos cuesta, ser amables, dar una moneda a quien nos lo pide o asistir como voluntario a una ONG.
7.- Medita: La neurobiología ha demostrado que los monjes que han pasado años meditando presentan un crecimiento superior del córtex prefrontal, la parte del cerebro mayormente responsable de la emoción que conocemos como felicidad. Este estudio de Harvard publicado en 2011, demostró que después de 8 semanas de meditaciones diarias ya era detectable un aumento en la densidad de la materia gris del hipocampo de los participantes. Esto implica que la meditación regular establece nuevos caminos neuronales en nuestro cerebro que elevan los niveles de felicidad, disminuyen el estrés y fortalecen el sistema inmunológico
Aprende a Ser Optimista
Por Óscar Ramos. Coach.
“El Optimismo es la Fe que conduce al Éxito. Nada puede hacerse sin Esperanza y Confianza” Helen Keller
¿Crees que el optimista nace o se hace? Todos conocemos a alguien que siempre ve el vaso medio lleno o medio vacío, incluso a alguien que ni siquiera ve el vaso...
Como cualquier actitud ante la vida, la epigenética ha demostrado que es posible que se arrastre dentro del material genético, pero para aquellos que quieran desarrollarlo, la buena noticia es que todos podemos entrenar, tal como en el deporte, a nuestro cerebro para ver las cosas bajo un prisma de mayor confianza y alegría, con una lente optimista.
¿Dónde se compra esa lente? En este tiempo que nos está tocando vivir, es muy fácil caer en el miedo; el hastío, la negatividad, la pereza, el desánimo y hasta en la depresión. Si envidias o admiras a esas personas que percibes de naturaleza más feliz, si quieres ser más positivo, dale una oportunidad al trabajo consciente sobre ti mismo, al desarrollo de tu inteligencia emocional, acepta la responsabilidad de ser quién sabes puedes ser, y lánzate a por este objetivo.
Según el investigador de la universidad de Harvard, Shawn Achor, el optimismo, la resiliencia y el apoyo social de las personas es lo que determina hasta el 75% del éxito tanto en el área laboral como en el personal, no tanto su coeficiente de inteligencia o su belleza física. Su estudio, realizado en más de 45 países, señala que el cerebro positivo es 31% más productivo que el negativo, neutro o bajo presión. Da igual se trate de profesiones donde se requiere de mayor capacidad analítica como de mayores habilidades sociales; se trabaja un 37% mejor en ventas, los doctores, son un 19% más rápidos, más precisos y más correctos en sus diagnósticos, si están positivos, que si están negativos, neutros o presionados. Asimismo, los optimistas son más longevos y están mejor valorados como trabajadores y personas. Si encontramos una manera de volvernos más positivos en el presente lograremos mayor éxito al poder trabajar más duro, más rápido y con más inteligencia, repercutiendo en nuestra satisfacción personal.
Hoy te invito a ejercitar este músculo, siendo más feliz desarrollarás el optimismo; empieza por aquello que te motive más, sé valiente y aventúrate a probarlas todas; sus rápidos beneficios te sorprenderán.
1.- Ejercita tu talento: Para empezar con un chute dopamínico, un subidón, practica o perfecciona una habilidad, un don que tienes y que te reporta satisfacción. Si estás de bajón hazlo cada día durante una semana; después puedes pasar a tres veces por semana, será suficiente.
2.- Invierte en ti: El economista Robert Frank expone que gastar dinero en experiencias, sobre todo con otras personas, produce emociones positivas más potentes y duraderas que la compra de objetos materiales. Quizá sea hora de sustituir esa prenda de marca o esa compra innecesaria por algo que te reporte mayor satisfacción a largo plazo.
3.- Practica algún deporte o actividad física: Incorporado a tu rutina, reduce el estrés, mejora la calidad del sueño así como la autoestima, evita la ansiedad y disminuye los síntomas de depresión.
4.- Ilusiónate: Como si escribieras la carta a los reyes magos, escribe 3 cosas que te harían muy feliz y que sabes puedes conseguir aunque hoy sea difícil; un viaje soñado tras la pandemia, esa pareja que anhelas, un reencuentro, etc…
5.- Contagia optimismo a tu alrededor: Como en la terapia sonriente que empiezas haciendo una mueca y engañas al cerebro hasta que sonríe de forma natural esfuérzate en parecer optimista; decora tu lugar de trabajo o estudio con algo que te contagie, admira la belleza en tu paseo diario, regula la cantidad de agresividad y violencia que ves sin filtro en la televisión, potencia el buen rollo en tus reuniones.
6.- Haz una buena acción que te reconforte: Sonja Lyubomirsky descubrió que los efectos son más potentes y duraderos cuando se concentran en una día de la semana. Esta buena acción consciente puede ser desde ceder el paso a alguien, tener paciencia cuando nos cuesta, ser amables, dar una moneda a quien nos lo pide o asistir como voluntario a una ONG.
7.- Medita: La neurobiología ha demostrado que los monjes que han pasado años meditando presentan un crecimiento superior del córtex prefrontal, la parte del cerebro mayormente responsable de la emoción que conocemos como felicidad. Este estudio de Harvard publicado en 2011, demostró que después de 8 semanas de meditaciones diarias ya era detectable un aumento en la densidad de la materia gris del hipocampo de los participantes. Esto implica que la meditación regular establece nuevos caminos neuronales en nuestro cerebro que elevan los niveles de felicidad, disminuyen el estrés y fortalecen el sistema inmunológico